Medio siglo con Borges, el nuevo libro de ensayos de Mario Vargas Llosa, no es un libro nuevo en dos sentidos: primero, porque los textos que lo conforman se habían divulgado ya en la prensa, en el programa de televisión que Vargas Llosa condujo en los 80, en otro de sus volúmenes de ensayos o en sus compilaciones de artículos; segundo, porque el mismo libro, con el mismo título y pocas diferencias, apareció en francés en 2004 bajo el sello Edicions de l’Herne y aun tuvo una segunda edición en 2010.
No se entiende que Alfaguara no advierta al lector de estos antecedentes, a pesar de que el prólogo del libro está fechado en 2004, dato desconcertante sin su contexto.
Además de ese prólogo y la bibliografía, las ediciones francesas abrazan seis escritos: la primera entrevista de Vargas Llosa a Borges, un artículo sobre la segunda, tres ensayos y la reseña de un libro dedicado a Borges: Paper Tigers. The Ideal Fictions of Jorge Luis Borges (1978), de John Sturrock. Con buen juicio, la versión de Alfaguara suprime esta reseña, que no habla de Borges sino de forma indirecta, del modo en que lo hacen los artículos "Borges y los piqueteros", de 2008, y "Farsa elogiosa repugnante", de 2009, ausentes ambos en las tres ediciones, igual que "Foreword by Mario Vargas Llosa", de A Dictionary of Borges (1990), de Evelyn Fishburn y Psiche Hugues. Con más dudoso acierto, incorpora un fragmento del ensayo El viaje a la ficción en el que Vargas Llosa contrasta la figura de Onetti con la de Borges y no hace sino reiterar las ideas sobre este último mejor desarrolladas en los ensayos incluidos. El gran Onetti parece metido con calzador en el volumen.
Alfaguara actualiza además lo escrito por el peruano sobre Borges con dos reseñas: una de 2011 se ocupa de Textos cautivos; otra de 2014, de Atlas. También presenta la transcripción de la segunda entrevista de Vargas Llosa al autor de "Funes el memorioso", concretada en 1981, en Buenos Aires, para el programa La Torre de Babel, de la que se puede ver un fragmento en este enlace. Aunque no se indica su origen en la bibliografía, es un buen aporte este, pues la entrevista grabada no está disponible hasta hoy. Pero la única novedad completa del libro es el poema que lo abre, "Borges o la casa de los juguetes", aunque su género está en duda: según el propio autor le dijo a Juan Cruz, "son líneas, no versos".
Acaso peco de melindroso si apunto que el índice del libro hace pensar que "Medio siglo con Borges", que funciona como prólogo y explicación del conjunto, es no la introducción sino una de las obras compiladas. El título tendría que haberse consignado en cursivas y separado del contenido central.
Apunto otros tres descuidos, no sin advertir que dos de ellos fueron señalados ya por José Luis García Martín en su reseña del libro: la primera entrevista a Borges está fechada en 1963 y no en 1964 (p. 22); en "Borges, político", se transfigura el segundo apellido del escritor Ezequiel Martínez Estrada en Estrella (p. 76), a pesar de que en el original, publicado en Letras Libres en 1999, no está el error; el fragmento de El viaje a la ficción se firma en 2018 y no en 2008 (p. 92).
Puede que sea ocioso cuestionar la calidad del poema de apertura si ni el propio autor lo considera tal. Basta decir que es un ejercicio de prosa cortada innecesario, no exento de imprecisiones, que procura resumir la biografía del homenajeado. No es decir mucho atribuirle a Borges los adjetivos "clásico", "genial", "inmortal" (p. 9). En esa misma página se lee, sin miedo al gerundio: "Documentando infamias ajenas / para una revista de señoras". Como se observa, Vargas Llosa alude al libro Historia universal de la infamia, cuyas narraciones habrían aparecido en El Hogar, revista "de señoras" en la que Borges colaboró. Pero los textos del libro no aparecieron ahí sino en la Revista Multicolor de los Sábados. El error parece atribuible a una revisión apresurada del autor de su reseña de Textos cautivos, en la que se lee: "En los años en que colabora en El Hogar Borges publica ya un libro importante, Historia universal de la infamia" (p. 95). Y lo de achacar a Borges una obsesión con la religión, ¿no es demasiado para quien dijo de la teología que era una rama de la literatura fantástica?
Fuera de los desaciertos reseñados y con la exclusión imaginaria, para intuir un tomito más redondo, del poema y el fragmento de El viaje a la ficción, es agradable que exista esta reunión de los trabajos principales de Vargas Llosa sobre Borges, dos de nuestros viejos y vigentes maestros. El agrado no se cancela: se matiza al leer o releer al hilo los textos y darse de bruces con "algunas pequitas, ciertas arruguitas".
Por ejemplo, la insistencia en lo poco que, en la presunción de Vargas Llosa, habría vivido Borges. En el poema se lee que "todo en la vida / verdadera / lo asustaba" (p. 11). En la segunda entrevista (1981), Vargas Llosa hace una apenas paráfrasis de lo dicho por Borges en el epílogo de El hacedor (1960): "Muchas cosas he leído y pocas he vivido". Borges le aclara que cuando escribió la frase tenía 30 años (la publicó a los 61) y que había acabado percatándose de que leer es también vivir (p. 38). Pese a la necesaria precisión, Vargas Llosa vuelve a la frase en "Las ficciones de Borges" (p. 61), "Borges en París (p. 72) y "El viaje en globo" (p. 103) para argumentar que el propio Borges consideraba haber vivido poco.
A menudo, Vargas Llosa idealiza a Borges y su obra: si apenas iniciado el libro nos informa, como ya se vio, que es "genial e inmortal" (p. 9), luego nos habla de la "perfección" con que construía sus historias (p. 47), de que su concisión y su precisión "son absolutas" (p. 52), de que en su mundo las ideas se expresan "con una pureza y un rigor extremados" (p. 54) y de que "cada uno de sus cuentos es una joya artística" (p. 58). Parecería que en la mirada vargasllosiana todo lo salido de la pluma de Borges tiene el mismo nivel de excelencia, con lo que daría igual leer Ficciones que La memoria de Shakespeare, El hacedor que El oro de los tigres, Otras inquisiciones que Evaristo Carriego.
El autor de La Fiesta del Chivo sugiere que Borges era avezado en teología, filosofía y lingüística y otras materias, ya que su cultura "era inmensa" (p. 60). En contraste, la escritora Estela Canto, amiga y objeto del interés romántico de Borges, expone en su libro Borges a contraluz algunas limitaciones como lector de quien le dedicara "El Aleph" y agrega, contundente: "No era un erudito. Era un hombre de gustos definidos, a veces atrabiliario, siempre original". En Vargas Llosa, en cambio, no hay lugar para estos matices. El único reparo que se permite hacer no es de orden estético: Borges infrarrepresentaría al negro, al indio, al primitivo (p. 64).
Otro rasgo no muy simpático del libro es el empeño del autor de perpetuar el consabido lugar común de un Borges frío y cerebral: "... cuentos / insólitos, / perfectos, cerebrales / y fríos" (p. 10), "el más intelectual y abstracto de nuestros escritores (p. 55), "el glacial racionalismo de su prosa, que jamás se abandona a lo efectista, a lo emotivo" (p. 57), "un mundo de conceptos y espejismos intelectuales, desasido de (...) las pasiones" (p. 88). Por otro lado, menciona a Borges como un escritor "tan sensible" y reconoce que en sus cuentos hay "sangre y violencia", aunque distanciadas por su "fina ironía" (p. 57). Supongo que cree elogiarlo cuando dice que en su obra, el horror físico tiene una cualidad de "realidad desrealizada" (p. 57) y cuando afirma que el "filtro borgiano" parece "no quintaescenciar la vida sino abolirla" (p. 63).
De nuevo, la idea de que "la vida" es todo lo apartado del orden literario, intelectual; pero cuando Borges habla de cuchillos y de sangre, ¿tampoco daría la impresión de hablar de la vida sino de abolirla? ¿Se puede afirmar con seriedad que, por ejemplo, relatos como "El Aleph" o "Emma Zunz", poemas como "El remordimiento" o "Poema de los dones", ensayos como "Nueva refutación del tiempo" o "La última sonrisa de Beatriz" carecen de emoción? ¿No parte Vargas Llosa de una falsa oposición entre lo intelectual y lo emocional?
En su segunda entrevista con Borges, Vargas Llosa peca de inelegante al decirle a su entrevistado que vive "como un monje" (p. 38), que su casa es de una "enorme austeridad" y que su cuarto parece "la celda de un trapense" ( p. 39). Aun cuando Borges responde que el lujo le parece una vulgaridad, Vargas Llosa insiste: "... la modesta casa en la que usted vive", "el austerísimo dormitorio que es el suyo" (p. 40). En la nota sobre la entrevista, el peruano señala que "los muebles son pocos, están raídos y la humedad ha impreso ojeras oscuras en las paredes. Hay una gotera", "su dormitorio parece una celda" ( p.23). Sorprende que en su conversación con Ricardo A. Setti, publicada en 1986, Vargas Llosa parezca no comprender que su falta de tacto haya ofendido, con razón, a Borges. Luego de consignar que Octavio Paz le contó que Borges estaba resentido por lo que escribió, agrega: "Y lo único que pudo haberlo molestado es eso, porque yo no he hecho más que elogios en todos los planos".
El episodio está consignado en la entrada del 19 de junio de 1981 del Borges de Bioy Casares: a Borges lo habría visitado un "periodista peruano, un hombre muy modesto", que estaba furioso y protestaba por la humildad del departamento y quien, de puro modesto, no se habría atrevido a moverse y así evitar empaparse con la gotera del techo.
Otros apuntes: dice Vargas Llosa que Borges no era prisionero de "los barrotes de una tradición nacional, como puede serlo a menudo el escritor europeo" (p. 49). Suena desacertado, hasta ofensivo, y no se argumenta al respecto. En la segunda entrevista, Vargas Llosa reprocha a Borges una presunta cita suya sobre la novela: "Desvarío empobrecedor el de querer escribir novelas" (p. 32); la cita en realidad es otra y el propio Vargas Llosa la consigna en "Las ficciones de Borges": "Desvarío laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros" (p. 55). También en ese ensayo, primero Alfonso Reyes es, en oposición a Borges, ejemplo del escritor "numeroso" a la hora de escribir ( p. 53) y en la siguiente página fue maestro de Borges en ser "claro y directo" ( p. 54). Atlas habría sido escrito en colaboración con María Kodama según "El viaje en globo", mientras que en el siguiente párrafo se aclara su papel de fotógrafa (p. 101).
¿Qué queda luego de las pequitas? No un volumen que analice a fondo la obra de Borges, que permita reconocer sus etapas, sus distintos registros, sino, sobre todo, un testimonio de entusiasmo y gratitud. Como suele ocurrir, puede que el libro hable menos de Borges que de Vargas Llosa.
*Medio siglo con Borges, Mario Vargas Llosa, México, Alfaguara, 108 páginas.
Textos de Mario Vargas Llosa sobre Jorge Luis Borges
* “Preguntas a Borges”. Entrevista.
Expreso, Lima, 29 de noviembre de 1964.
Un demi-siecle avec Borges, París, L’Herne, 2004.
Piedra de toque I, Barcelona, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2012.
Medio siglo con Borges, Barcelona, Alfaguara, 2020.
* “El novelista y sus demonios”. Capítulo de García Márquez. Historia de un deicidio, Barcelona, Barral Editores, 1971. Vargas Llosa revisa las influencias literarias de García Márquez, entre las que está Borges.
* “El deicidio borgiano”. Reseña de Paper Tigers. The Ideal Fictions of Jorge Luis Borges (1978), de John Sturrock.
The Times Literary Supplement, Londres, 28 de abril de 1978, bajo el título “A Reality Against Reality”.
Un demi-siecle avec Borges, París, L’Herne, 2004.
Piedra de toque I, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2012.
* “Borges en su casa”. Artículo.
Caretas, Lima, no. 655, 6 de julio de 1981.
Piedra de toque I, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2012.
Medio siglo con Borges, Barcelona, Alfaguara, 2020.
* “Borges en su casa: una entrevista” (1981). Transcripción de la entrevista televisada en el programa La Torre de Babel.
Medio siglo con Borges, Alfaguara, 2020.
* “Las ficciones de Borges”. Conferencia. 1987. Traducida al inglés como “The fictions of Borges”.
Spanish and portuguese distinguished lecture series, no 5. University of Colorado at Boulder (Departament of Spanish and Portuguese), Boulder, 1988, pp. 69-78.
In Memory of Borges, Londres, Constable, 1988.
Contra viento y marea III, Barcelona, Seix Barral, 1990.
A Writer’s Reality, New York, Syracuse University Press, 1991.
El amante de América Latina, Barcelona, Paidós, 2005, bajo el título “Releyendo a Borges en 1978”.
Sables y utopías, Madrid, Aguilar, 2009.
Piedra de toque II, Barcelona, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2012.
Medio siglo con Borges, Barcelona, Alfaguara, 2020.
La realidad de un escritor, Madrid, Triacastela, 2020.
* “Foreword by Mario Vargas Llosa”. Prólogo.
A Dictionary of Borges, de Evelyn Fishburn y Psiche Hugues (editores), Londres, Duckworth, 1990, 1ra. edición, p. IX.
También aparecido como “Borges, erudito” en Un diccionario de Borges.
* “Borges en París”. Artículo. Piedra de toque.
El País, Madrid, 6 de junio de 1999.
Caretas, Lima, 10 de junio de 1999.
Piedra de toque II, Barcelona, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2012.
Medio siglo con Borges, Barcelona, Alfaguara, 2020.
* “Borges, político”. Ensayo a propósito de la publicación de Borges en Sur (1999).
"Extemporáneos", Letras Libres, año I, no. 11, Ciudad de México, noviembre de 1999.
Mario Vargas Llosa. Vida que es palabra, 2003 (en francés), 2006 (en español).
Medio siglo con Borges, Barcelona, Alfaguara, 2020.
* “Medio siglo con Borges”. Prólogo.
Un demi-siecle avec Borges, París, L ‘Herne, 2004.
Medio siglo con Borges, Barcelona, Alfaguara, 2020.
* “Borges y los piqueteros”. Artículo. Piedra de toque.
El País, Madrid, 6 de abril de 2008.
El Comercio, Lima, 4 de abril de 2008.
Piedra de toque III, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2012.
* “Farsa elogiosa repugnante”. Artículo. Piedra de toque. Sobre el intento de repatriar los restos de Borges a Argentina.
El País, Madrid, 22 de febrero de 2009.
Piedra de toque III, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2012.
* “Onetti y Borges”. Segmento de El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti, Madrid, Alfaguara, 2008.
Medio siglo con Borges, Barcelona, Alfaguara, 2020.
* “Borges entre señoras”. Piedra de toque. Reseña de Textos cautivos (1986).
El País, Madrid, 14 de agosto de 2011.
Medio siglo con Borges, Barcelona, Alfaguara, 2020.
* “El viaje en globo”. Piedra de toque. Reseña de Atlas (1984).
El País, Madrid, 5 de octubre de 2014.
Medio siglo con Borges, Barcelona, Alfaguara, 2020.
* “Borges o la casa de los juguetes”. Poema.
Medio siglo con Borges, Barcelona, Alfaguara, 2020.
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